lunes, 26 de diciembre de 2011

Especial Navidad



Aprovechando el descanso navideño pararé en el relato apasionante de la extraordinaria peripecia que ha supuesto rendirle pleitesía y sumisión total a la Reina, pero aún así quiero dejar unas impresionantes perspectivas de esta singular mujer, que ella misma ha recomendado, y desde las cuales yo he tenido, arrodillado y sometido como siempre, la posibilidad de disfrutar, ningún regalo de Navidad mejor que la imagen preciosa, imperativa, elegante, glamourosa y dominadora de Queen Horten. ¡Felices y Sumisas Navidades!

domingo, 11 de diciembre de 2011

El nacimiento de una Dómina

"Quiero videos", como siempre, la Reina decidida e impetuosa mostraba sus deseos, "no se muy bien a que te refieres", "necesito ver videos de fetichismo, de dominación" ella como siempre sospechaba que yo tendría un buen archivo videográfico sobre dominación femenina, averiguadas mis tendencias la Reina sabía que actuaba sobre seguro, "pero que temas te interesan", "todo, pero empecemos por el fetichismo de los pies y todo eso", la Reina se mostraba interesada por todo lo referente a su dominación, pero perfecta conocedora del poder de la belleza y elegancia de sus pies y piernas, y en especial del poder que tenían sobre mi, me encargó que le seleccionara videos acerca de este tipo de expresión de la supremacía femenina. Estuve durante una semana buscando los vídeos más originales y variados sobre el tema, llegado el jueves de aquella semana se los entregué, al día siguiente se volvió a dirigir a mi, entró majestuosa en mi despacho "mañana te invito a cenar a mi casa...si es que te dejo cenar...", a esas alturas de ella me daba igual tener una suculenta cena o que me matara de hambre, la excitación de observarla y la curiosidad de las consecuencias que podrían traer la visión de aquellos videos no me permitían más que obedecer una vez más sus instrucciones, "por supuesto que iré" dije, "tengo un montón de ideas pasándome por la cabeza para hacer contigo" replicó.
 Así llegamos a su casa, se mostró como siempre, cenamos muy agradablemente y de forma tranquila y pausada, terminada la cena, me dejó tomando un café..."tienes el tiempo justo para tomártelo, cuando vuelva harás lo que yo diga", subió a su habitación y allí quede entre perplejo y excitado, pasaron apenas unos minutos, al poco oí sus pasos lentos, seguros, unos tacones que avanzaban sobre el entarimado de madera, su figura se aproximó a mi, apareció enfundada en un minivestido negro, medias de nylon negras, y sus zapatos de tacón interminable del mismo color, no pude articular palabra, era un sueño hecho realidad, la materialización de una diosa, el glamour hecho mujer, la belleza en su máxima expresión. Me abrochó un collar alrededor de mi cuello, me desnudó, y me guió hasta su habitación, quería cerciorarse de su poder absoluto sobre mi, se sentó sobre una cómoda, ató mis muñecas con unas cadenas enganchadas al collar que llevaga alrededor de mi cuello, cruzó sus maravillosas piernas, y empezó a rozarlas con mi pene, mi erección fué imparable, en cuestión de segundos me llevó al borde del orgasmo, pero paró inmediatamente..."ponte de rodillas", lo hice sin dudar y sin réplica, se sentó en una silla y señaló con su dedo índice hacia sus zapatos, no me hicieron falta más órdenes, me incliné y comencé a besar y lamer sus zapatos, sus tacones, me ordenó quitárselos y continué mi trabajo con sus pies, sus dedos, perdí la noción del tiempo adorándola, de reojo observé su mirada que denotaba satisfacción, seguridad, dominio, mi erección continuó todo el tiempo que ella decidió, excitado, desnudo, encadenado y postrado ante la Reina, había nacido una dómina... 

domingo, 27 de noviembre de 2011

Yo quiero un dildo

 Siempre le había causado cierta extrañeza aquello de que a los hombres, o al menos a algunos, o que había algunos, de los que no conocía a ninguno, pudiesen experimentar algún tipo de placer siendo penetrados por su retaguardia...¿tendría eso algo que ver con la homosexualidad?. Ya en alguna ocasión le comenté a la Reina los placeres de la estimulación prostática y siempre se me quedaba mirando con ese gesto tan suyo a medio camino entre la incredulidad, la indulgencia y la curiosidad.
 Después de su primera visita en que tomó posesión de su casa y de su esclavo, me visitó en muchas otras ocasiones en las que me deleitaba dejando que la ofreciese mis servicios como cocinero y siervo y ella observó que tenía entre todo el caos de mi habitación de trabajo una caja, un envoltorio, con la imagen de una mujer ajustando a su sexo un aparato con un doble pene, no dejó pasar la ocasión para volver a preguntarme acerca de lo que era aquello, expliqué lo que era un arnés doble, y siempre decidida..."tenemos que probarlo".
 Tras la comida me señaló el camino del dormitorio, se sentó en el borde de la cama y me desnudó como ya había tomado por costumbre hacer, el ritual ya lo había aprendido yo, y sabía que ante la Reina es tu cuerpo el que permanece desnudo para que sea utilizado por ella a su satisfacción, yo como siervo me complazco con el glamour de sus piernas y pies en la medida que ella me lo regale, "¿donde está el aparatito ese?", abrí uno de los cajones de la mesilla en que lo guardaba desde hacía tiempo inveterado, y saqué el arnés doble que permanecía nuevo y sin uso en espera de dueña, "ponmelo" (que dirían los inventores de aquella campaña sobre preservativos si viesen el nuevo uso de su eslogan), la Reina se había desprendido de su blusa y su falda, ajusté las correas del dildo a sus caderas estilizadas, sentí mientras lo hacía la suavidad de su piel, eso ya me excitó sobremanera, simpre imperativa "túmbate boca abajo", así lo hice, le alcancé un tarro de vaselina que había sobre la mesa, embadurnó con ella mi agujero y su nueva arma, "ayúdame a penetrarte", tomé su pene y lo guié hasta la entrada, empezó a empujar lentamente hasta poco a poco introducir todo su pene en mi, me derrumbé sobre la cama mientras sentía como con pequeños movimientos presionaba mi próstata, le supliqué que se echara encima de mi, ella así lo hizo, sentía su cuerpo poseyéndome, haciéndome gemir de placer, volvía la cabeza y veía su mirada entre placentera y divertida, disfrutando de su posesión, de su dominio hacia mi, del placer que me suministraba y que me tenía completamente bajo su control, me agarraba del pelo e inclinaba mi cabeza hacia atrás, como una amazona que cabalga sobre su montura, pedí más y más y ella me violó implacablemente, estallé en un orgasmo imparable mientras la contemplaba a través del espejo del armario de la habitación, quedé totalmente exhausto, la Reina extrajo lentamente su pene de mi cuerpo, se sentó a mi lado mientras yo yacía boca abajo como me había tenido todo el tiempo y sonrió...    
  

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Reflexiones

De la lectura de tus relatos tan maravillosos que narras esta relación apasionante con tanta exquisitez, se puede fácilmente intuir que en una relación de dominación femenina la vida sexual de la pareja es totalmente satisfactoria para los dos, se parte de una relación sólida de confianza y complicidad, en la que se mezcla una buena dosis de imaginación, entrega, innovación, todo ello da como resultado un placer máximo.

Pero uno de las mayores premios para la mujer es que se siente la más deseada, admirada, adorada del mundo, sentimiento que por lo menos yo no había experimentado con anterioridad, lo que implica que esa seguridad, autoestima no sólo tenga una trascendencia en la relación de pareja, sino que afecte mucho más, ya que implica una seguridad en todos los demás ámbitos (relaciones sociales, laborales). En definitiva con una frase muy simple” vas pisando fuerte por la vida, y no por el sonido de los zapatos de tacón “.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Bondage después de la cena

Tras el incidente del archivo pasó un  tiempo de confusión dentro de mi, no sabía muy bien como comportarme ante la Reina, las conversaciones transcurrían entre banalidades, pero entre ellas surgió la oportunidad de que ella me concediese el privilegio de acompañarla a cenar, como era de esperar aceptando su decisión sobre el lugar y tipo de restaurante...ya se sabe la Reina siempre decide... 
 Por azares del destino, y tras una cena placentera y tranquila paseando pasamos por la puerta de un gran sex shop, ella se mostró interesada, le comenté que yo ya había estado en él en alguna otra ocasión, "¿que hay dentro? me preguntó, le expliqué que tenía un gran surtido de todo tipo de material, espectáculos, cabinas...su orden no se hizo esperar "entremos".
  Al poco de entrar en el local ella le prestó poca atención a todo lo relacionado con el sexo convencional, nada de vídeos ni revistas, sin embargo se detuvo muy interesada ante la exposición de botas, zapatos con  tacones interminables y de fantasía, lencería de cuero, látex, vinilo, medias, y toda su curiosidad se centró en látigos, collares, accesorios de bondage, me interrogaba sobre ellos "¿que te parecen estas cosas?"..."Bueno me resultan curiosas, es un aliciente más para la vida sexual...", sus ojos seguían centrándose en todos aquellos accesorios " vete a preguntar por este", obedecí sin rechistar, de allí salió en su bolso con un kit de dominación con un pequeño látigo, antifaz, un gag y cintas de nylon para bondage.
 Ya llegando a mi casa y dispuesto a despedirla me inquirió "hay que probar esto que he comprado, no lo he usado nunca", bueno un poco más de tiempo a su lado y para probar aquellos elementos junto a ella era de las cosas más ilusionantes que me podía imaginar, ya en casa dispuse una silla, ella se sentó en ella, nada más ajustarle el gag se resistió, "no lo soporto, prefiero probar yo, desnúdate"...viejos rcuerdos del archivo...
 Me desnudé lentamente, como ella ordenó, me giró de espaldas y ajustó una cinta de bondage entre mis muñecas, mis manos quedaron firmemente atadas a mi espalda, me ordenó que tumbara en el sofá, me puso el antifaz, mi excitación llegó al máximo, o eso creía yo, despúes supe lo que era el máximo, desnudo y atado ante una mujer tan hermosa y sexy, sus manos recorrieron mi cuerpo a su voluntad, sin poder más que sentirla, suave, repetitiva, se centró en mi pene y mis testículos, los acariciaba, presionaba sobre mi pene una y otra vez, me llevó hasta el límite, y ahí cesó, de repente el antifaz desapareció, y ella sentada en la silla, yo atado y desnudo en el sofá contemplándola, sus preciosas piernas cruzadas, balanceando uno de sus zapatos prendido de su pie elegante, artístico, creí en ese momento que mi sexo iba a estallar, ella metió una mano en su bolso y de allí sacó lo que menos me podía esperar...comenzó a fotografiarme, indefenso, desnudo, atado, totalmente a su merced y en erección volcánica, se guardó sus fotos...en esta ocasión el sexo si era como la Reina deseaba, y tuvo compasión de su sumiso, se levantó de la silla y esta vez si se colocó encima de mi, sentí sus muslos, la voluptuosidad de su senos en mi cara y me poseyó como en el mejor de mis sueños...

domingo, 30 de octubre de 2011

CFNM...en el archivo

Una y otra vez su taconeo se repitió a lo largo de semanas llegando hasta mi puerta, tomado posesión de todo lo que me rodeaba y comportándose con la naturalidad de la que se sabe dueña de lo que se propone que sea suyo. "Yo no soy muy sexual" me dijo en alguna ocasión, no llegué a comprender muy bien el sentido de su expresión, al fin y al cabo yo nunca había suscitado ninguna conversación acerca de temas de ese tipo..."Entonces ¿eres bisexual?, algo así he oído que dicen de ti" me preguntó en otro momento, con el mismo tono de voz y la misma mirada que siempre la había venido caracterizándo, imperativa pero suave, graciosa pero seria, obligándome a dar una serie de explicaciones sobre la próstata y cuestiones fisiológicas del placer sexual masculino realmente dificultosas, al menos en aquél momento.
 "Me gustaría hacer el amor contigo" en esa ocasión me llevó hasta el estupor, no sugería ni invitaba, era casi una orden, y aunque me considero un buen conversador la Reina como en más de una ocasión consiguió dejarme sin palabras.

 "Quiero verte desnudo" inquisitiva, dominadora, con sus expresivos ojos clavados en mi, venció mi voluntad, el lugar no era el más adecuado, un edificio de oficinas no invita al nudismo, pero me temo que por aquél entonces mi voluntad era más suya que mía, la tomé de la mano y la guié hasta un pequeño archivo cercano a mi despacho, entre expedientes y material de escritorio llegué hasta el final de la minúscula habitación, la Reina permaneció cerca de la puerta y la cerró después de entrar, me observaba entre autoritaria y deseosa, mirándome a los ojos, decidida a que su orden se cumpliera, y en un silencio total comencé a quitarme la ropa ante ella, no sentí nada de pudor, con cada prenda que desaparecía de encima de mi cuerpo tenía la sensación de que no hacía sino entregar mi cuerpo a su legítimo dueño, que ya no era yo sino la Reina, y así quedé totalmente desnudo ante ella, expuesto, indefenso y satisfecho de cumplir sus exigencias, ella se aproximó y por fin pude sentir la suavidad de sus manos recorriendo mi pecho, mi abdomen, mi sexo, entre excitado y curioso también quise satisfacer mi deseo de conocer por fin la suavidad de su piel, acariciar la firmeza blanca de sus piernas, besar sus labios rojos y carnosos, casi sin pensarlo me avalancé hacia ella y encontré algo que me dejaría confuso durante algún tiempo, tal vez por que nunca había conocido a una Reina, se mostró rígida e impasible y convirtió en vanos mis deseos de aquél momento, pero...¿no quería hacer el amor conmigo?. Con la Reina hacer el amor es lo que ella decida en el momento que ella decida, y en aquél momento el amor consistía en encontarme desnudo ante ella mientras permanecía tan impecable y hermosa como siempre, con el glamour de su falda ajustada que no hacía sino resaltar su estilizada figura y sus interminables zapatos de tacón y que viese hechos realidad sus deseos de probar la sumisión del que ella había decidido que fuese su siervo... 

lunes, 17 de octubre de 2011

INICIACION A LA "DOMINACION FEMENINA"

Aunque mi experiencia es muy pequeña si me comparo con otras mujeres que desde años están viviendo una relación de dominación femenina, no sé si uno de los motivos es por mi anterior relación personal, de la que diré tan sólo que muy poco o nada gratificante, me apasiona esta forma de entender una relación humana y sexual.

Dentro del poco tiempo libre que me queda, he estado leyendo, artículos, pensamientos, todo lo que encuentro sobre este mundo, que intento que me ayude en este aprendizaje aunque conservando mi identidad y por supuesto mis preferencias. Lo más importante es la naturalidad, que todo fluya de forma natural, e ir avanzando poco a poco, asimilando que es una verdadera delicia la dominación femenina en la relación sexual, que incluso despierta la creatividad y fortalece o restituye la autoestima y seguridad personal.

Creo que es esencial crear momentos eróticos increíbles, algo indispensable son los zapatos de tacón, desde mi opinión tal vez porque son parte de mi personalidad, unido a una ropa apropiada, la escena es perfecta para conseguir con sensualidad, imaginación y autoridad que el sumiso adore a su Reina y que consiga su plenitud sexual.

domingo, 16 de octubre de 2011

¿Un Café?

Nunca he sido un individuo demasiado dado a las relaciones sociales por que si, siempre he necesitado tener alguna razón de peso para sentir la necesidad de relacionarme con alguien, y por eso poco habitual en comidas de trabajo, reuniones sociales o símplemente el café de media mañana, por eso poco podía suponer que durante una buena temporada mis hábitos iban a cambiar.
 Después de haberme encontrado personalmente con la Reina por primera vez, y de haberme, segúramente sin pretenderlo, demostrado su potencial, me sorprendió nuevamente el primer día de trabajo con el sonido de unos pasos rápidos, pero seguros, asentados sobre unos tacones interminables que se aproximaron a la puerta de mi despacho y muy pocos instantes después su figura, tan hipnotizadora o más que la primera vez que estuve en su presencia y su voz decidida y arrolladora..."¿Te vienes a tomar un café?", indecisión fué mi reacción, no entraba en mis costumbres, a cualquiera le hubiese contestado que tenía mucho trabajo, que no tengo costumbre, que me sienta mal al estómago tomar algo a media mañana, en fin todo el catálogo de disculpas que soy capaz de desplegar para eludir tales situaciones, pero ante ella, no es que me supiera mal decirle que no, símplemente es que no pude, algo dentro de mi me obligaba a seguir su invitación que tenía más de orden en su tono que de propia invitación, sin dudarlo cogí mi abrigo y la acompañé.
 Al salir de mi despacho comprobé que no sólo había conseguido movilizarme a mi, sino que lo había hecho con todo el personal de la planta, desde ese momento ya compredí que acababa de conocer a una mujer poderosa...afortunadamente para mi esa escena se repitió innumerables veces, y para más fortuna mía, cada vez el grupo de elegidos por la Reina para escoltarla fué más reducido y yo seguía en él, sin rechistar y sin disculpas, siempre siguiendo la estela de sus tacones, admirado por su belleza y sorprendido por el dominio que cada vez ejercía más sobre mi...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Un Comienzo


Fué hará unos 6 años, un nuevo lugar de trabajo, nuevas costumbres, nuevo entorno, y nueva gente en mi vida. Todavía recuerdo el momento en que transitaba por el pasillo del nuevo edificio en el que iba a trabajar y cuando a la mitad ví a un grupito de personas también todas nuevas en el lugar, algunas viejas conocidas, otras totalmente desconocidas, pero una de ellas realmente impactante, había oído hablar por referencias de ella pero nada más alejado de lo que me encontré, una mujer estilizada, elegante, que atraía hacia ella todo lo que había en su entorno, la observé con sorpresa y ya sus ojos me captaron, no era capaz de calcular en ese momento las consecuencias de su mirada, tras unas breves palabras y presentaciones formales la acompañé hasta su despacho y nos quedamos a solas, creo que ya desde ese primer momento y de la fijeza de su gesto ella, y aún sin pretenderlo, dejó entrever que dentro de la normalidad de la vida de una mujer profesional al tiempo que esposa y madre había otra, determinada a conseguir lo que se propusiese, segura de sus objetivos y sin posibilidad de luchar contra ella, ni para nadie de su entorno ni para aquél que fuese su objetivo...¿y si fuese yo?...al fin y al cabo fantasear es parte de la condición humana, sigo recordando el tono de su voz, seco, imperativo pero educado y refinado, y sobre todo dominante...estirpe de reinas...creo que cruzó sus maravillosas piernas por primera vez ante mi, enfundadas en el nylon que es la cobertura natural que protege la seda blanca y acero de los que están hechas...

lunes, 10 de octubre de 2011

Presentación

Esta es una página dedicada a la Reina Horten, una mujer que pensó que nunca llegaría a princesa y que acabó siendo una Diosa, aquella a la que me gusta adorar por encima de cualquier otra cosa, llena de glamour, inteligencia y belleza y que con todo eso hace de su dominio un arte y un sueño para quien es dominado por ella...siempre a sus preciosos pies.

The Queen

The Queen