La Serie Roja

Desde que tengo memoria recuerdo el haber contemplado a esas mujeres tan especiales que son las dóminas, y haber buscado perpectivas visuales suyas al tiempo que fabulaba acerca de lo que podría sentir si llegara a verme sometido a alguna de ellas...en fin fantasías. Después y por circunstacias de la vida tuve la ocasión de experimentar realmente tener que buscar perspectivas de mujeres desarrollando alguna actividad fotográfica a tiempo parcial y con carácter semiprofesional, castings para aspirantes a actrices, modelos...muchas chicas, intentando dar la mejor imagen de si mismas, la más seductora, la más atractiva y comprobé lo que el ojo mágico de una cámara puede extraer de una mujer si sabes manejarlo...¿Y si alguna vez tuviese la ocasión de hacerlo con una dómina que fuese consciente de que no existe mejor atracción, ni seducción que la imagen de una mujer dominante con todos sus accesorios?

 "Tienes que hacerme un reportaje", habló Queen Horten una vez más, nunca pensé que llegaría a encontrar a una dómina como ella que supiese dar rienda suelta a mis deseos y fantasías, otra vez lo consiguió, acaté sin rechistar, pero además secretamente con la plena satisfacción de poder cumplir con el deseo de tener mi cámara dispuesta y a una maravillosa dómina como modelo.

 Se engalanó con su lencería, sus medias, sus tacones, la dejé que se mostrara natural en su dominación, busqué sus perspectivas más hermosas, la elegancia del empeine y el arco de la planta de sus pies, la definición de sus gemelos, la estilización de sus muslos, la perfecta redondez de sus senos mientras jugaba con alguno de sus instrumentos de dominación, la fotografié durante horas, fruto de esa impresionante experiencia son muestra estas dos imágenes de la Serie Roja, los ángulos sorprendentes de Queen Horten son infinitos.

 "¿Has terminado?", dejé mi cámara y me colocó mi collar de sumiso alrededor del cuello, me ordenó subir hasta la habitación de castigo, me desnudó, amarró fuertemente mis muñecas a un soporte dejándolas por encima de mi cabeza, empuñó su fusta roja que cada vez parecía manejar con el tiempo con más maestría y comenzó a azotarme con una  decisión como no había hecho antes nunca, pausando y administrando los azotes..."¿Te has excitado mucho fotografiándome?, no te masturbarás con mis fotos ¿no?".

 ¿Alguno de vosostros tiene la contestación correcta para la Reina?