lunes, 28 de mayo de 2012

Luces, cámaras...¡Femdom!

Conseguí las fotos después de llevarme mi castigo habitual, estuve editándolas, revisándolas y examinándolas durante días, supongo que no hará mucha falta decir que entre tanto trabajo fotográfico no pude evitar rememorar la sesión tenida con la Reina, y ante tanta imagen y tanto recuerdo, alguna tentación que otra surgió que me llevó a la masturbación una vez más, en las ocasiones que tuve de verla durante esos días no comenté nada al respecto...poco podía imaginar que todo tendría sus consecuencias, la Reina nunca deja de imponer su dominio...

 La siguiente ocasión en que concerté una cita a solas con ella y a su merced, volvió a preguntar "¿no te habrás masturbado?", intenté contestar con las evasivas de siempre, disculpas, la Reina hace constantemente ejercicios de su control sobre mi, y eso incluye mis orgasmos..."Mañana trae contigo tu cámara de video", una nueva orden irrechazable.

 Hice tal y como ella me ordenó, cuando me lo indicó coloqué la cámara en un ángulo de la estancia donde la Reina tiene por costumbre disciplinarme, "¿La has puesto ya a grabar?, Acércate", me aproximé hacia ella, se había vestido con los mismos complementos y lencería con la que había realizado la sesión fotográfica, la Reina nunca deja nada a la casualidad, planea hasta el último detalle para destacar su belleza, la perfección de sus piernas, la exhuberancia de sus senos, y poner en marcha los sentidos de sometimiento de su esclavo, repitió la pregunta sobre el uso que había dado a sus fotos, tras intentar esquivar la pregunta acabé por confesar que no había podido reprimirme. Esta vez tras desnudarme, me encadenó y comenzó a azotarme con su fusta, con precisión, sabiendo donde administrar el castigo, en mis pezones, en mi pene, en donde le pareció conveniente...una vez administrado el castigo durante un buen rato, mujer meticulosa donde las haya, decidió comprobar sus efectos, me ordenó que me tumbara en el suelo, cambió las cadenas por unas ligaduras de mis muñecas a mis muslos, su voz dulce pero firme "¡Adórame!, se desprendió lentamente de una de sus medias dejándome ver la blancura y suavidad de la piel de sus piernas, inmóvil como estaba fué la Reina la que aproximó su pie a mis labios, lo besé, lo lamí, disfruté de su aroma, de su tacto, me excitó sobremanera contemplar el movimiento de sus piernas mientras me obligaba a adorarla por un lado, mientras por el otro restregaba su otro pie contra mi sexo "¡Suficiente!" exclamó, se reclinó a mi lado y comenzó a acariciar mi pene muy lentamente, estuvo así un tiempo que a mi me se hizo eterno, la Reina sabe del grado de excitación que puede provocar, y como controlar el orgasmo de su esclavo también, no sabía ya si prefería ser azotado, dominado o excitado por ella o todo a la vez, la Reina preguntó pensativa "¿Que crees que debo hacer contigo en el futuro para controlar tanta desobediencia?".






 Testimonio de la sesión quedan como muestra algunos fotogramas del vídeo que os ofrezco aquí pero, la pregunta resuena todavía en mi cabeza ¿Debería ofrecer algún tributo a la Reina por mi indisciplina?...no se que decir...

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