Al final de la escalera

 "¿Y tu que piensas de que una ama tenga varios sumisos?, esa pregunta me formuló la Reina después de terminar la última sesión que me administró al comienzo del nuevo curso. Me dejó sin respuesta como suele ocurrir cada vez que hace alguna de esas preguntas que medita en su cabeza antes de lanzar al aire. "Sería injusto para el segundo sumiso saber que ocupa una posición relegada respecto a otro ¿no crees?" terminó de inquirir.

 Las cuestiones planteadas por Queen Horten han rondado por mi cabeza estos últimos días, en realidad no sé que contestar. Supongo que todo tiene que ver con la compresión de cada sumiso y los deseos de cada ama. Un auténtico sumiso debe de sentir admiración por su dueña, debe verla como ser superior, llena de belleza, de poder, de capacidad de someter, como a mi me ocurre con ella, siendo esto así es fácil imaginarme que igual que tiene esa capacidad para someterme a sus deseos y hacerme ocupar una posición postrado a sus pies podría hacerlo igual con otro sumiso que reconociera el poder y el dominio absoluto que la Reina debe ejercer sobre cualquier siervo que tuviese.

 Por su parte están los deseos de la propia Reina, que entrando en una relación de sumisión con ella, como no podría ser de otra forma, sus deseos constituyen una ley ineludible, sus ganas de experimentar su poder, de aumentarlo demostrando al esclavo como puede esclavizar a quien se proponga, y como sus armas resultan tan irresistibles para mi como para cualquiera que la contemple.

 La última vez que me encontré humillado ante ella decidió hacer una nueva demostración de autoridad, a modo de exhibición de defile militar hizo gala de parte de su poderoso arsenal, se mostró delante de mis ojos con varias muestras de su lencería, sus medias, ligueros, corsés, tacones, autoritaria y excitante, deseable y dominante, esa mezcla que sólo una mujer como ella sabe manejar. Poco a poco y arrastrándome ante su presencia me hizo recorrer el espacio que separa el salón hasta la habitación del placer, la sumisión y la tortura. Al llegar al final de la escalera pensé que no sé que ocurrirá con otras amas, pero que Queen Horten tiene la mejestuosidad suficiente como para convertir en esclavos a varios al tiempo, y que más de uno vería cumplidos sus sueños y fantasías dejándose someter por ella aunque sólo fuese de cuando en cuando, y no le resultaría nada injusto compartir aunque sólo fuese un poquito de la disciplina de la Reina.