"Nunca he sido una princesa", es una frase que en alguna ocasión la Reina me dirigió recordando alguna otra que alguien en el pasado le dirigió a ella comparándola con otra mujer, es algo que me sorprendió en cierta manera. Desde la primera vez que la vi Queen Horten siempre ha tenido porte de Reina, comportamiento altivo, la majestuosidad de mujer que sabe captar la atención, especialmente de aquellos que saben adorarla y admirarla, los que tienen el entendimiento y la sensibilidad para reconocer a una mujer superior.
La diferencia esencial entre una reina y una princesa no es más que el tiempo, la princesa no es sino la sucesora de la que hoy es reina, en esencia iguales, sólo separadas por un margen temporal. La reina tiene el grado que da la experiencia, la princesa experimenta, prueba, espera a saber a donde va y con quien, la reina provoca, domina, sabe a donde va, para que, y elige sus súbditos con conocimiento de causa.
Todo esto me lleva a pensar que el espíritu de la mujer dominante siempre se encontró dentro de ella, si es cierto que Queen Horten nunca fué princesa, ¿como es que ahora desempeña con tanta facilidad su papel de reina?. En alguna ocasión he indagado sobre la cuestión, y le he preguntado directamente, símplemente no sabía que todos los accesorios que ella normalmente utilizaba, acompañados de una elegancia innata, de un carácter especial, sólo reservado a mujeres especiales, y una apreciable belleza podían combinados ejercer un poder tan fuerte sobre los hombres destinados a servirla, adoradores, siervos, sumisos, esclavos...
Ahora la Reina ya ocupa el trono, sabe de su poder, administra la provocación, marca los tiempos, exige comportamientos, sabe en definitiva, como cualquier sumiso que se precie que la única posición que le cabe a un hombre ante ella es la de estar de rodillas adorándola y esperando con impaciencia cualquier orden que salga de su voz.
La última vez que hablé con ella acerca de su naturaleza dominante creo que ni siquiera me contestó, símplemente comenzó a jugar con sus armas como se ve en las fotos que os dejo, creo que no tardé más de cinco minutos en arrodillarme, ¿no habría hecho lo mismo cualquier sumiso?...ese es el poder de la Reina que nunca fué princesa.
Lo cierto es que sí que tiene porte de Reina y de mujer superior. No cabe duda de que la posición natural de un hombre ante ella es la de rodillas adorándola.
ResponderEliminarTom,
EliminarBienvenido a mi blog, me gustan tus aportaciones
Muchas gracias Queen Horten. Es un placer poder leer su blog y participar en él. Este blog es sin duda un regalo que hará crecer el número de sus adoradores. Imposible quedarse impasible ante semejante derroche de poder y de belleza.
EliminarVuelvo de viaje y me encuentro con este delicioso post. (muchísimas gracias). Lo fácil, por comodidad, hubiese sido hacer un post más sencillo en cuanto a las fotos, y por eso hay que valorar la enorme generosidad de tu reina (y la tuya, por supuesto) al deslumbrarnos con su generosa belleza, valga la redundancia. Solo cabe recompensarla admirándola con humildad.
ResponderEliminarEn cuanto al texto, si entra en mi blog, cuando lea lo de "Sois Princesas", interprete "Eres una Reina", no vaya a sentirse ofendida, nada más lejos de mi intención :).
Un saludo a ambos que estéis pasando un feliz fin de semana.
Adorador:
ResponderEliminarninguna mujer se podría sentir ofendida al leer tu blog, tus posts tienen una sensibilidad exquisita